
2. DISMINUIR EL RIESGO DE INFARTO. Al dejar de fumar, el riesgo de padecer un infarto de miocardio se reduce. Tanto es así que, al cabo de un año, tiene el mismo riesgo que el de una persona que no haya fumado nunca.
3. MEJOR APORTE DE OXÍGENO. Disminuye el nivel de monóxido de carbono en sangre, para terminar desapareciendo. De este modo, aumenta la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre.
4. DISMINUCIÓN DE RIESGOS EN NIÑOS. En una familia con padres fumadores, si estos dejan de fumar, se reducen a cero los riesgos que puedan tener sus hijos como consecuencia de haber inhalado, de forma pasiva, el humo durante la infancia.
5. REDUCE EL RIESGO DE CÁNCER DE PULMÓN. Disminuye el riesgo de padecer cáncer de pulmón a partir del primer día de haber dejado de fumar.
6. DETENCIÓN DE ENFERMEDADES PULMONARES. Cuando una persona fumadora padece una enfermedad pulmonar del tipo de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), al dejar de fumar consigue detener el avance de la enfermedad.
7. MEJORA DE LA SALUD DE LA PIEL. A los pocos días de haber dejado de fumar, puede observarse una mejora del aspecto y de la salud de la piel.
8. MENOR RIESGO DE NUMEROSAS ENFERMEDADES IMPORTANTES. Además de las enfermedades cardiovasculares, la EPOC y el cáncer de pulmón, abandonar el hábito de fumar revierte en una disminución del riesgo de padecer otras enfermedades como cáncer de esófago, de lengua, de vejiga o fibrosis pulmonar.
9. MAYOR RENDIMIENTO DEPORTIVO. El rendimiento deportivo acusa enseguida los beneficios de dejar de fumar, ya que mejora a los pocos días de haber dejado este mal hábito.
10. AHORRO ECONÓMICO "ANTI CRISIS". Para una persona que fume un paquete de cigarrillos diario, dejar de fumar puede suponerte un ahorro anual de entre 1.500 a 2.000 euros (casi "ná").
Fuente: "SALUD REVISTA.ES", nº 6, Año 2, pág. 20, Septiembre 2.011.
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