
Básicamente hay dos objetivos fundamentales a la hora de realizar una prueba de esfuerzo, uno de salud, en la cual el objetivo es valorar el comportamiento de la función cardiaca en ejercicio, es decir, ver cómo responde el corazón cuando realizas una actividad física; y dos, de rendimiento deportivo, en el cual el objetivo es realizar una valoración del comportamiento global del sistema respiratorio, cardiaco y metabólico en una situación de ejercicio físico y, con los datos obtenidos, aplicarlos en la planificación de los entrenamientos para mejorar el rendimiento.
Pues bien, la de valoración cardiaca recibe el nombre de prueba de esfuerzo cardiológica, que la realizan los médicos especialistas en cardiología. La prueba se realiza sobre una bicicleta estática o sobre una cinta rodante, se colocan unos electrodos para realizar un electrocardiograma y un manguito para ir realizando tomas de la presión arterial. Se va subiendo progresivamente la velocidad de la cinta y se valora cómo responde el corazón a ese aumento de trabajo. Si se observan anomalías importantes o el paciente lo solicita, la prueba se para. Dos horas y media antes de realizar esta prueba, es conveniente haber tomado una comida ligera, unas patatas hervidas o un arroz blanco, y si es por la mañana, unas buenas tostadas con un poco de aceite, y un zumo; y por supuesto, seguir de manera rigurosa todas las otras indicaciones que te marque el especialista médico que te va a realizar la prueba. Esta prueba se realiza a los deportistas profesionales en los reconocimientos previos al inicio de temporada para descartar patologías cardiacas, y a aquellos pacientes que, por sus síntomas, creen los cardiólogos conveniente solicitar.
El otro tipo de prueba de esfuerzo es la de rendimiento, recibe el nombre de prueba de esfuerzo metabólica y debe ser realizada por los médicos especialistas en medicina del deporte. Ésta presenta algunas diferencias respecto a la anterior. El aparato sobre el que se realiza debe asemejarse lo máximo posible a las características de la actividad física que práctica el deportista; así mientras los ciclistas harán la prueba sobre una bicicleta estática, los atletas la harán sobre una cinta rodante; existen incluso simuladores de remo para los remeros, y posibilidad de hacerla en una piscina para los nadadores. De cualquier forma, lo mas habitual es realizarla sobre una cinta rodante, ya que aquí, además de los atletas, también la pueden hacer la mayoría de los practicantes de los deportes de equipo (fútbol, baloncesto, fútbol-sala, voley...) y otros, como tenistas, jugadores de pádel...
En esta prueba, además del electrocardiograma, se coloca también una mascarilla que va conectada a un aparato llamado analizador de gases respiratorios, el cual permite medir el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono (CO2). Una vez analizados los datos obtenidos, se pueden determinar los valores adecuados de frecuencia cardiaca a los que debe entrenar el deportista para conseguir el objetivo deseado.
Esta prueba, por ejemplo, nos permite fijar la frecuencia cardiaca óptima a la que debes trabajar si tu objetivo es la pérdida de peso; también se obtiene la frecuencia cardiaca a la que debes ir para realizar la mejor marca en la media maratón, o a la que debes entrenar para rendir más en un partido de baloncesto. Se obtienen datos como el umbral anaeróbico, el consumo máximo de oxigeno, la potencia aeróbica, los cuales son de gran ayuda al entrenador y al preparador físico de cara a la planificación de los entrenamientos. Estos datos no son permanentes y cambian según evoluciona la forma física del deportista. Para un adecuado control es necesario realizar un mínimo de dos o tres pruebas a lo largo de temporada para ajustar, en la medida de lo posible, los ritmos de entrenamiento basado en la frecuencia cardiaca al estado de forma del deportista en cada momento.
Fuente: La Verdad (11-4-11). Autor: Francisco Cuenca, médico especialista en Medicina del Deporte, así como experto en Fisiología del Ejercicio y Alto Rendimiento Deportivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario