PREVENCIÓN DE LESIONES

En muchos campos de la vida, no solo en el mundo del deporte, no se le da toda la importancia que se debería a la prevención, con argumentos tan poco inteligentes como: «Yo no hago eso y nunca me ha pasado nada», «es un jaleo tanta prevención», «siempre se ha hecho así»,? Dentro del mundo del deporte profesional sí se tiene una conciencia clara a este respecto y es normal que se adopten la mayoría de las medidas preventivas que vamos a comentar a continuación.
Al respecto de materiales e instalaciones
-Debes utilizar las protecciones indicadas para cada deporte (espinilleras, rodilleras, cascos), reducirán el daño en caso de choque.
-Calzado. Es un punto clave. Debe ser adecuado a la superficie de juego, permitiendo la adherencia y tracción correcta; una adherencia pobre conllevará caídas frecuentes; una adherencia o fijación al suelo excesiva, puede producir lesiones graves en las articulaciones. También es importante que permita una buena amortiguación de la pisada; una suela muy fina genera lesiones. Recuerda fijar bien el calzado al pie, las cordoneras no son un adorno. Olvídate de las modas y compra un buen calzado.
- Superficies. Una buena superficie (césped, césped artificial, parquet, superficies de goma) reduce el daño ante una caída. Por suerte, cada vez contamos con mejores instalaciones.
- Porterías, canastas, vallas... deben estar homologadas y adecuadamente fijadas (a veces, semi-móviles, pueden permitir la amortiguación en el caso de choque), sin bordes cortantes ni salientes peligrosos.
- Otro factor muy importante en muchos deportes son los balones. La utilización de un balón con un peso no adecuado a la edad del deportista puede generar lesiones, bien por sobrecarga, por el continuo lanzamiento o golpeo, o bien por accidente debido a un balonazo. En nuestros campos de fútbol muy pocos equipos utilizan balones adecuados a la edad de los niños; se limitan a comprar un balón un poco más pequeño y eso no es suficiente. Un balón normal suele pesar unos 430-440 gr. y éste no debe empezar a utilizarse hasta los 14-15 años. Por debajo de los 10-11 años, los balones no deben superar los 300 gramos; en estos balones figura la inscripción de "Lightweight" (peso bajo o ligero), y no debería estar permitido en estas edades jugar con balones sin esta característica. Debemos ser rigurosos en aquellas medidas que están en nuestra mano poderlas exigir.
- Me gustaría también hacer una reflexión en voz alta sobre el deporte base: ¿cuántos niños y jóvenes compiten cada fin de semana?; ¿se cuenta en las instalaciones deportivas de nuestra región con botiquines adecuados para asistir una urgencia?; si los hubiera, ¿habría alguien que pudiera actuar con cierto criterio?; ¿sería difícil exigir que antes de cada competición deportiva se comprobarán la existencia de botiquines homologados y la ficha de alguien con una formación en primeros auxilios? Creo que estas medidas no serían ni costosas ni complicadas de llevar a la práctica.
Medidas higiénico deportivas.
Lleva una adecuada alimentación, rica en carbohidratos complejos (pasta, arroz, patatas), baja en grasas y dulces, y con la cantidad de proteínas correcta (1,2 -1,4 gramos por cada kg. de tu peso). Para una buena recuperación y reducir por tanto el riesgo de lesión, debes realizar una comida rica en carbohidratos en las dos primeras horas tras acabar el ejercicio. Hidratación: debes beber antes de tener sed, unos 200 ml. cada 15-20 minutos de actividad física.
Siempre debes realizar un calentamiento adecuado al deporte que vayas a practicar. Trabaja bien tu flexibilidad: disminuirán tus lesiones musculares. Entrena bien: una buena forma física no solo te lleva a mejores resultados deportivos, sino que también reduce el riesgo de lesión. Pero por otro lado, un exceso de trabajo, o no adecuado a tu edad, también te predispone a lesionarte. Descansa y duerme las horas necesarias. Cuida tu boca; las caries no son buenas aliadas del deporte. Y trata tus lesiones: tras su curación, realiza una vuelta progresiva a la actividad deportiva.

Fuente: La Verdad (28-3-11). Autor: Francisco Cuenca, médico especialista en Medicina del Deporte, así como experto en Fisiología del Ejercicio y Alto Rendimiento Deportivo.