LESIÓN DEPORTIVA

En la práctica deportiva hay tres circunstancias que pueden generar una lesión: una, la causa accidental generada por un traumatismo, bien por caída o choque contra el suelo, contra un contrario o un compañero, o contra un objeto fijo (portería, vallas, canastas, postes de redes); dos, la autolesión traumática generada por la propia inercia del cuerpo ante los cambios de dirección, acompañada de un mal gesto deportivo; esto puede provocar lesiones en las articulaciones, rotura de ligamentos,o bien la generada por la propia fuerza de un músculo que provoca arrancamientos o roturas musculares; y tres, la lesión por sobrecarga debida a la repetición del gesto deportivo, mantenido en el tiempo, a veces, realizado en malas condiciones, o con técnica errónea, o con materiales inapropiados o defectuosos, o sobre superficies no adecuadas.
Tipos de lesiones y tratamiento
Lo primero es realizar un buen diagnóstico: hay que saber que pasa y ,a continuación, se debe iniciar el tratamiento correspondiente. Esta labor corresponde a tu médico. No permitas que nadie, sin la adecuada cualificación, decida tu tratamiento; eso no quita que se puedan realizar unas medidas elementales o básicas de urgencia.
Heridas
Debemos lavar la herida con abundante agua y jabón, y posteriormente aplicar un antiséptico local. Y cuidado: no olvides preguntar si es alérgico a éstos.
Contusiones o golpes
Su tratamiento inicial será la aplicación de hielo. Un truco, pon un poco de agua en la bolsa con el hielo, permitirá una mayor adaptación anatómica sobre la zona afectada, facilitando el enfriamiento. Es conveniente utilizar dos bolsas de plástico o una sin costuras para no mojarte. No debes colocarlo directamente sobre la piel, utiliza un trapo fino o una camiseta. Las aplicaciones serán de 15 minutos cada 4 horas durante las 48-72 horas siguientes al golpe. También ayuda a reducir la inflamación la compresión suave mediante un vendaje (importante que no esté muy apretado), la elevación del miembro afectado (por ejemplo sentado con el pie en alto) y por supuesto, el reposo.
Lesión muscular: distensión, elongación, contractura, rotura fibrilar
Suelen ser autolesiones y su diagnóstico y tratamiento corresponden a tu médico. Pero ante un dolor brusco en un gesto muscular de potencia o velocidad, y que en el momento de ocurrirte has tenido la sensación de un pinchazo en la zona afectada, puede hacerte sospechar una rotura muscular. Inicia un tratamiento con hielo, compresión, elevación y reposo mientras esperas atención médica especializada.
Lesión tendinosa (tendinitis o tendinosis)
Suelen aparecer por sobrecarga, por repetición de un mal gesto deportivo. Son dolorosas, pero no son graves si son tratadas adecuadamente. Es importante buscar e intentar corregir la causa que la provoca y, sobre todo, tener paciencia, ya que su curación es lenta. Si no le damos el descanso y tratamiento adecuado, podría generar una lesión crónica o una rotura del tendón.
Lesión en los ligamentos (esguince)
Son también muy frecuentes. Requiere una valoración médica. Aplica hielo.
Lesiones en las articulaciones: Luxación
Es cuando un hueso se sale de su articulación ("de su sitio"). Son muy dolorosas y necesita que sea reducida, pero debe hacerlo un profesional cualificado ya que puede haber riesgos importantes si no se realiza correctamente. Si no se completa el tiempo de inmovilización de manera rigurosa, los riesgos de recaída son muy frecuentes.
Lesiones en los huesos: Fracturas
El tratamiento es médico de urgencia. Se debe realizar el traslado al centro hospitalario en las condiciones adecuadas. Cualquier actuación debe ser realizada por personal cualificado.

Fuente: La Verdad (16-3-11). Autor: Francisco Cuenca, médico especialista en Medicina del Deporte, así como experto en Fisiología del Ejercicio y Alto Rendimiento Deportivo.