En España, el porcentaje de sobrepeso y obesidad en la población infantil es muy elevado. Esto quiere decir que podemos sufrir una auténtica epidemia de enfermedades cardiovasculares dentro de treinta años.
P: El titular de esta entrada me parece una provocación. A mí no me cabe ninguna duda de que lo que más preocupa a una madre o a un padre es la salud de sus hijos.
JM: A mí tampoco me cabe ninguna duda.
P: ¿Entonces a qué viene la pregunta?
JM: Viene a cuento de los siguientes datos:
- De los 3 a los 5 años, el 7,3% de los niños son obesos; y el 16,2% tiene sobrepeso.
- Entre los 3 y los 12 años, el 8,3% tiene obesidad; y el 21,7 % tiene sobrepeso.
- Es decir, prácticamente 1 de cada 3 niños presenta exceso de peso. Quizá el dato más grave es que, a unas edades muy tempranas, el porcentaje de sobrepeso y obesidad es ya muy alto. Existen, incluso, estudios que revelan que en España presenta un porcentaje mayor de niños obesos que en Estados Unidos.
P: ¿Y eso qué consecuencias trae?
JM: Pues que estos niños/as que sufren de sobrepeso u obesidad, tienen más riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión arterial, aumento de los triglicéridos y del colesterol. Por ello, en la edad comprendida entre los 45 y 50 años, tendrán muchas posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como el infarto.
P: ¿No te parece un poco exagerado decir eso?
M: Qué va. Lo corrobora un estudio presentado por la Asociación Americana del corazón, celebrado en Nueva Orleans (Estados Unidos).
P: ¿Y qué dice ese estudio?
M: El resumen es que los niños de 13 años obesos, tienen unas arterias carótidas, las que llevan la sangre al cerebro, como las personas de 45 años.
P: Eso es muy alarmante, ¿cuántos niños participaron en el estudio?
M: 70 niños de 13 años de edad, de los cuales 40 eran obesos.
P: ¿Qué estudios se les hicieron?
M: Se les realizó un eco-doppler de las carótidas (con esta técnica diagnóstica se ven muy bien las distintas capas de las arterias, si hay placas, etc., y cómo es la circulación), ya sabes, las arterias que llevan la sangre al cerebro; además, se les analizó el colesterol, las HDL (colesterol bueno), las LDL (colesterol malo), y otras grasas de la sangre llamadas triglicéridos.
P: ¿Qué resultados se obtuvieron?
M: Que las arterias de los niños obesos poseían un grosor como el de las personas de 45 años de edad. Al relacionar los análisis con el grosor de la pared arterial, observaron que los niños obesos con triglicéridos elevados eran los que más envejecimiento vascular presentaban.
P: ¿A qué conclusiones llegamos?
M: Fundamentalmente, que hay que evitar la obesidad infantil: los niños tienen que seguir una alimentación adecuada y practicar ejercicio físico de forma regular si no queremos sufrir una auténtica epidemia de enfermedades cardiovasculares dentro de treinta años. Por eso hacía yo esa pregunta al principio: efectivamente es una provocación; pero debemos llamar la atención de los padres para que cuiden de manera muy especial la alimentación de sus hijos, y que les inciten a hacer ejercicio físico.
P: ¿Tú crees que es fácil hacer eso?
JM: No. Yo creo que es muy difícil. El ambiente en la calle es obesígeno, es decir, todo se celebra comiendo. En las celebraciones a las que asisten los niños, como santos, cumpleaños, etc., les ofrecen alimentos poco saludables. La influencia de la televisión sobre los hábitos de alimentación de la población infantil es muy mala; hay mucha publicidad engañosa. Y los niños, en general, no practican ejercicio.
P: ¿Y qué se puede hacer?
JM: Lo primero: tomar conciencia de la importancia de evitar el sobrepeso y la obesidad, y, para ello, dar bien de comer a nuestros hijos; no comprar lo que no queremos que coman; exigir una alimentación adecuada en los comedores escolares (os recomiendo la entrada que publicamos al respecto); luchar contra la publicidad engañosa sobre los alimentos, y hacer ejercicio físico. Muy importante recordar también que “los niños no aprenden, los niños imitan” y un refrán: “las palabras convencen pero el ejemplo arrastra”. Creo que está todo claro. Suerte.
Fuente: doctorjuanmadrid.com
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