Este artículo, extracto del publicado con fecha 20-06-07, en el diario "La Verdad", por el doctor murciano, profesor de Fisiología de la UCAM y especialista en "Medicina Deportiva Aplicada al Fútbol Base", D. Francisco J. Cuenca, recoge una serie de mitos relacionados con el principal deporte de masas, el fútbol y su relación con nuestro alumnado en edad escolar.
"El componente psicológico del fútbol, a nivel profesional, las presiones a las que se ven sometidos los jugadores de fútbol son muy importantes; presiones que proceden del público, del entrenador, de la prensa, de sus compañeros, de su ambiente familiar y social e incluso presiones autogeneradas por el propio jugador. Estas presiones, aunque en menor medida, también aparecen en los niños. Los niños juegan al fútbol porque es divertido, pero cuando hablamos de competiciones oficiales, equipos federados, clasificaciones, titulares y suplentes... aparecen algunos miedos, miedos a perder, a no agradar a los suyos, a fallar, a lesionarse... y todo eso genera tensión en el niño. Algunos lo toleran mejor que otros, depende de su personalidad, del ambiente familiar, de la valoración que su entrenador le dé a estos conceptos. La presencia del psicólogo especialista en psicología deportiva se hace cada vez más necesaria, sobre todo aquí, en el fútbol base, cuando el jugador está en formación. Es el momento de enseñarle a canalizar esos miedos o tensiones para que no influya en su rendimiento deportivo, pero también para que no los traslade a su vida personal. De cualquier manera, vamos a dar unos pequeños consejos para ayudar a pensar antes y después de los partidos:
1. LLEGA CON TIEMPO DE SOBRA para cambiarte tranquilamente. Tómate 2-3 minutos en el vestuario antes de salir a calentar y realiza el siguiente ejercicio respiratorio: sentado, con los antebrazos apoyados en los muslos, sin hablar con nadie, toma aire por la nariz, aguántalo 7-8 segundos, sin forzar, y échalo por la boca. Mientras repites la operación, trata de pensar en cosas o situaciones agradables (victorias en otros partidos, jugadas bonitas realizadas...).
Al acabar el partido, independientemente del resultado, tómate un par de minutos para tí antes de tomar la ducha. Y sobre todo una cosa, permitamos el error, no pasa nada si uno se equivoca una o varias veces, todos cometemos errores en alguna u otra medida, ¿o no?. Lo que hay que hacer es identificarlos y aprender de ellos y por supuesto que nadie piense que la represión pública y manifiesta ante un error cometido por un jugador en un partido le va a ayudar a jugar mejor, más bien, todo lo contrario.
2. ALGUNAS DUDAS RAZONABLES: Cada vez la formación de los entrenadores, así como la de los responsables de los equipos, es mayor, y estos mitos o falsas creencias se dan cada vez menos en el mundo del fútbol, aunque hemos pensado que no está de más comentarlos aunque sólo sea de manera anecdótica. Veamos algunos de los más comunes:
a) Las agujetas son debidas a la cristalización del ácido láctico: FALSO. Las agujetas son microrroturas musculares producidas como consecuencia de un trabajo muscular superior al acostumbrado, bien en cuanto a intensidad o bien en cuanto a posición o ángulo de trabajo.
b) Las agujetas se quitan tomando agua con azúcar: FALSO. Las agujetas se pueden prevenir realizando progresiones adecuadas en las cargas de trabajo, es decir, yendo de menos a más lo más lentamente posible. También se previenen, en parte, realizando un adecuado calentamiento. Ahora bien, cuando han aparecido, ¿qué podemos hacer? Un trabajo suave de carrera continua de 7-10 minutos, una sesión específica de flexibilidad y un ligero masaje utilizando alguna crema antiinflamatoria, reduce de manera importante las molestias provocadas por las agujetas.
c) No se debe beber agua mientras entrenas: FALSO. No es que no se deba beber, sino que es fundamental para no disminuir el rendimiento deportivo y para evitar lesiones. Ahora bien, no se debe beber una importante cantidad a golpe, sino a pequeños sorbos y repartida a lo largo de todo el entrenamiento.
d) Los esguinces se curan metiendo el pie en agua caliente y con sal. FALSO. En primer lugar hay que diagnosticar el grado de esguince y eso debe hacerlo un médico, pero incluso en los más leves de grado 1, su tratamiento inicial será siempre hielo durante las primeras 24-36 horas, además de elevación y compresión del miembro afectado, y nunca agua caliente.
e) Las botas de fútbol deben ser un número menos del que sueles utilizar. FALSO. Quizá esto te permita tener una mayor sensibilidad al contacto con el balón pero, por otro lado, te generará problemas a nivel de las uñas de los pies e incluso, si la presión es importante, puede generarte problemas a nivel de las articulaciones de los dedos. Lo ideal es comprar unas botas que no nos hagan daño y, si queremos un mayor ajuste y evitar problemas, siempre podremos visitar un podólogo que nos realice un estudio y, si lo cree necesario, nos diseñe unas plantillas a medida.
Y recuerda, no está todo en ganar: aprender y mejorar son objetivos fundamentales".
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